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¿La Baja de Maternidad es un Tiempo Sabático para la Mujer?

La semana pasada leíamos en los periódicos la notícia sobre el periodo sabático de 2 años de Ferran Adrià, luego leíamos un artículo de opinión en ElPais.com de David Fernández titulado «Yo también quiero un año sabático» en el que se hablaba sobre ejemplos de años sabáticos en nuestro país, que no siempre son bien vistos, aunque si muy útiles y queridos por quien los tiene.

Pensando, pensando se me ocurrió si para la mujer el periodo de maternidad es similar a un tiempo sabático, porque lo que es cierto es que se deja de pensar en el día a día cotidiano del trabajo, en los emails, en la oficina, en la escuela, en la cocina (sea el hábitat que sea del trabajo), y se introduce una nueva monotonía: cuidar y educar a un nuevo ser que entra por primera vez al mundo y que no sabe valerse por sí mismo. Este nuevo «trabajo» para las primerizas y, conocido para el resto de madres, es como entrar en una universidad y hacer un master para los sabáticos, pero en lugar de hacer un master sobre «gestión de negocios internacionales», se hace de «cómo ser madre y no morir en el intento» y en lugar de hacerlo en Harvard en Estados Unidos o en la HEC en Francia se hace en casa sola, o si se tiene suerte con la mejor de las profesoras, con nuestra madre y con nuestra abuela.

El tiempo de baja de maternidad varía según los países y es otro tema al que no voy a entrar hoy, pero puede variar desde 3 meses a 3 años. Ferran Adrià se ha tomado 2 años para parir y hacer crecer ideas nuevas, es decir innovar en su trabajo, y aquí se ve claramente que su objetivo es avanzar en su trabajo. Pero… ¿y la mujer? ¿También avanza en su puesto laboral si se toma 2 años? Aquí hemos entrado en el quid de la cuestión y en el leit motiv de las largas bajas de maternidad. Todas soñamos con tener la opción de elegir hacer una baja de maternidad corta de unos meses o larga de un par de años. Dependiendo del puesto de trabajo, las bajas de maternidad largas hacen que en lugar de avanzar, retrocedamos en nuestra vida profesional. De ahí que muchas mujeres renuncien a tener hijos o a las bajas de maternidad largas. Véase el caso de Rachida Dati cuando era Ministra de Justicia de Francia que estuvo de baja 5 días después de dar a luz a su hija por cesárea. Este es el ejemplo contrario al de Ferran Adrià, aquí Rachida Dati quería continuar con su trabajo y no avanzar ni cambiar ni un ápice su día a día.

La otra pregunta que me viene a la mente es: ¿Y para qué se tienen hijos si luego no tenemos tiempo de educarlos? Hacer hijos es fácil pero luego nadie quiere responsabilizarse. Fuera de imposiciones de estados, etc.. Criar un bebé requiere su tiempo, es decir tiempo del padre y de la madre. En la borágine en la que se ha convertido nuestro día a día moderno quizás no haya «tiempo» para ello, pero si asumimos que somos padres, hay que tenerlo.

La sociedad no está preparada para los años sabáticos sean de hombres o de mujeres, los periodos largos de ausencia en el puesto de trabajo se ven con desconfianza y desde el punto de vista negativo de «no se quiere trabajar» o «con un hijo, ya no vale para trabajar». En lugar de verlos cómo oportunidades para crear nuevos puestos de empleo temporales de aprendizaje o de tener puestos de trabajo más versátiles y flexibles, dónde no hay una sóla persona que tenga todo el conocimiento y toda la responsabilidad. El periodo sabático se vería como un tiempo que aportaría aires nuevos a la empresa, puntos de vista diferentes y sobretodo más productividad, al dejar de lado la cotidianidad. Y evidentemente aunque muchas personas y jefes lo piensen, una mujer no se convierte en minusválida por ser madre.

Siendo objetiva y después de escuchar a mis amigas-madres concluyo, que primero tenemos que cambiar nosotras y nuestra relación con nuestros jefes, colegas, empresa, trabajo, etc. Y sobre todo con nosotras mísmas y nuestra relación con nuestro sexo, el femenino y todo lo que conlleva, no sólo pintarnos los labios de rojo y trabajar duro.

Ser madre es normal y ocupa un tiempo de nuestra vida pero no todo (por ejemplo 1 año en 40 años de vida laboral, es un 2,5%) . Los jefes tienen que ver las oportunidades que podría generar un baja por maternidad o sabática, y las demás personas del mundo mundial comprender las decisiones que se tomen, sean las que sean. Para la igualdad de comprensión es necesario también la ayuda del estado: baja de paternidad y de maternidad conjunta por hijo, con periodo a elegir (6 primeros meses la madre, y los 6 siguientes el padre). Por ejemplo, ahí queda dicho.