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La Penalización de la Mujer Trabajadora en Alemania

El estado del bienestar en Alemania tiene una fuerte base en lo que el estado cree que es el núcleo familial ideal y perfecto. Este ideal consiste en un padre, una madre y sus hijos. Es decir un padre que trabaja, y una madre que está en casa cuidando a la prole. Y este ideal de familia lo sostienen a base de duras presiones de los impuestos, a base de ayudas y a base de doctrina política. Una situación a denunciar, porque atenta totalmente con el ideal de mujer trabajadora y porque va en contra de la conciliación de trabajo y familia.

Primero en Alemania la cantidad de impuestos que se paga depende del estatus civil, hay diferentes categorías, por ejemplo una persona soltera va a estar en la categoría 1, y va a pagar más o menos un 40% del sueldo en impuestos. Cuando una persona se casa con otra, puede mantenerse en la categoría 1, o cambiar a otra categoría. Este cambio significa que tienes la oportunidad de que una de las dos partes de la pareja pague menos impuestos, es decir un 20%, pero la otra tiene que pagar más, es decir un 60% para así siempre mantener un total de 80% de impuestos aproximadamente en un núcleo de 2 personas. La ventaja es que si una parte de la pareja gana más dinero, pagando menos impuestos habrá más dinero dentro del núcleo familial. La realidad es que normalmente siempre es el marido el que gana más que la mujer, y eso quiere decir que si la mujer trabaja, ella, cada mes va a recibir un sueldo irrisorio por su trabajo. Y si se mantiene la tasa de impuestos al 40%, está claro que se está perdiendo dinero. Y aquí está una de las trampas.

Por otro lado, si en esta situación la mujer deja de trabajar y se queda en casa cuidando a los hijos o de la casa, en este caso el estado alemán le dará una ayuda (la cantidad de la ayuda depende en cada región de Alemania) por el hecho de quedarse en casa. Vamos a suponer que una mujer madre que decide quedarse en casa, quiera hacer un curso de Inglés, y necesite una guardería para sus hijos por las mañanas. El problema vendría, porque el estado alemán no le permitiría buscar una guardería porque ella no tiene un trabajo remunerado que le ocupa el tiempo. Es decir, para acceder a una guardería (aunque sólo sea media jornada) se tiene que demostrar que se está trabajando, porque sino el trabajo de dicha mujer-madre es de cuidar a los hijos y de no hacer nada más.

El otro problema viene cuando no hay suficientes guarderías en Alemania, y no me refiero al caso español.. comparándolo se podría decir que en España tenemos muchas! En Alemania el caso es muy grave, y el estado no da facilidades ni para promover cursos de personal de jardín de infancia, ni para promover la construcción de guarderías. Son iniciativas de padres, de comunidades, de empresas o de coperativas las que se encargan de las mayor parte de las guarderías existentes. A veces son los padres mísmos los que tienen que hacerse cargo de las guarderías, de su gestión, de la limpieza y de las bajas por enfermedad de las trabajadoras.

El siguiente problema son las escuelas públicas y sus horarios. En España tenemos «parbulitos» o la Educación Infantil que va desde los 2-3 años hasta los 6 años, y los horarios, con cierta variación, van desde las 9h hasta las 13h y desde las 15h hasta las 17h. Con comedores y actividades extraescolares. En Alemania la escuela pública empieza a los 6 años hasta los 10 años, con un horarios de 8h hasta las 13h. Es decir, cuando hablamos de guarderías en España nos estamos refiriendo al periodo de 3-6 meses hasta los 2-3 años. En Alemania nos referimos a que es casi imposible tener guarderías llamadas «Kindergarten» que van desde los 3 años hasta los 6 años, y ya imposible es encontrar guarderías llamadas «Kinderkrippe» que van desde el 1 año hasta los 3 años. Y este problema continúa porque en la escuela pública hasta los 10 años no hay comedores escolares, y los niños terminan su jornada a las 13h! Qué haces con los niños todo el mediodía y toda la tarde? Algunos ayuntamientos ofrecen un servicio público de canguros, o de mujeres que cuidan a niños, pero es difícil también de conseguir a una de estas «mujeres».

Como se puede apreciar, el sistema está pensado para que sea la madre y no el padre, el que se quede en casa cuidando a los hijos. Primero ofreciendo una baja de maternidad de 1 hasta 3 años, para favorecer el no-uso de las Kinderkrippe, dónde la madre recibe dinero del estado (60% el primer año, si sólo se pide uno, o un 30% los dos primeros años si se piden 2 ó 3). Ahora es cierto, la ley cambió y el padre también puede coger este periodo de baja paternal, desde el segundo mes de baja de la madre (pero no a la vez). Pero pocos padres se cogen un año de baja paternal.

Otra de las leyes alemanas absurdas y que obligan al matrimonio como figura ideal de familia, es el hecho de que si no se está casado, los hijos sólo pertenecen a la madre y no al padre. Es decir, en caso de no estar casados, el padre tendría que adoptar legalmente al hijo para asegurarse algún derecho sobre «su propio hijo» y que su nombre apareciera en los libros de familia, etc.

El estado casi «obliga» a seguir este ideal familial a base de ayudas a quedarse en casa, impuestos abusivos, y no favoreciendo la creación de guarderías públicas, ni cambiando los horarios escolares. Pero la realidad es bien distinta, la realidad es que está ocurriendo toda una revolución en contra del sistema, cuyo resultado es una baja de natalidad esquelética 1,30 (España tiene 1,46), una tasa de matrimonios bajísima 4,48 (España tiene 4,23), matrimonios exprés por el nacimiento de un hijo y una edad de ser madre por primera vez, que está por encima de los 35 años.